El pasado jueves 18 de febrero, Roselyne Bachelot-Narquin, Ministra de Cultura de Francia anunció el marco que el país galo ha previsto para la celebración de festivales durante el próximo verano así como la creación de un fondo económico de seguridad para el caso de que, por causas sanitarias, los festivales tuvieran que ser cancelados.

Con la intención de evitar la desaparición de los festivales y fomentar su celebración adaptandose a un formato diferentes, el gobierno francés anuncia que los festivales no podrán superar las 5000 personas de audiencia, independientemente de si son al aire libre o bajo techo, y en las que se tendrá que respetar la distancia social. Además tendrán que estar preparados para la posibilidad de que el público sólo pueda estar sentado.

De todas maneras, en su anunció el gobierno deja abierta la posibilidad de cambios en estas exigencias más adelante si la situación sanitaria mejora. En el caso de que las cosas empeoren y los festivales se vean obligados a cancelar su edición podrán ser compensados por el gobierno a través de un fondo que se creará con 30 millones de euros y que afectará a todos los festivales de todas las disciplinas.

Además, el gobierno galo también ha anunciado su apoyo a la grabación de espectáculos en todas las disciplinas (teatro, música, danza y otras artes) para la que se destinará un presupuesto de 15M €.

De momento no ha habido demasiadas reacciones por parte de los festivales salvo el festival de música metal Hellfest Open Air, que cuenta con un aforo de 60.000 personas, que ya anunciado que no celebrará su edición de 2021.